Te revisa el celular, te prohíbe amistades, te menosprecia, ¿te suena?
Si te encuentras en una relación en la que te sientes juzgado, desvalorizado, manipulado o te provoca un vacío difuso, es importante que te preguntes si estás en una relación tóxica y que busques la manera cambiar estas dinámicas o de plano acabar con esta relación.
En este artículo verás qué es una relación tóxica, cuáles son las red flags que pueden alertarte que estás en una y qué puedes hacer para tratar de arreglar el problema o si es mejor tips de cómo terminar con la relación.
Una relación se vuelve tóxica en el momento en que una de las partes "se aprovecha" de la otra. La toxicidad misma consiste en eso: en implementar dinámicas que generan una desigualdad entre los dos, en la que el poder favorece a uno y desfavorece al otro.
Generalmente, una relación tóxica se establece entre dos tipos de personas: una persona manipuladora y una persona susceptible. Cuando dos personas con estas características se encuentran, se producen dinámicas dañinas de las cuales son muy difíciles escapar.
Es importante tener muy presente que las dinámicas tóxicas no necesariamente son evidentes, especialmente para las personas involucradas.
Afortunadamente, con ayuda de la psicoterapia, puedes trabajar con tu pareja para mejorar tu relación, entender cómo te sientes y construir una relación saludable basada en la comunicación, el respeto, la honestidad y la confianza.
Este es un término que se ha popularizado mucho en las redes sociales para describir las señales de alerta que indican que algo no está bien en la dinámica con tu pareja.
Estás red flags sirven para poner más atención y reflexionar si las dinámicas de la relación son sanas y si una pareja realmente es la indicada para ti.
Es importante mencionar que los signos de alerta de una relación tóxica con frecuencia son indirectos y subjetivos, esto dificulta a las víctimas alejarse antes de que sea demasiado tarde. Si estás experimentando un algún tipo de malestar difuso o indescriptible, pon atención a los siguientes ejemplos, quizá identificas algunas de estas señales en tu relación:
En ocasiones, tu pareja se ve en la necesidad constante de saber qué haces, con quién hablas y donde estás. Esto puede llevar a que te revise tus mensajes, tus emails, tu cuenta bancaria, redes sociales, etc. Detrás de esto, se encuentra una necesidad de control extremo y/o desconfianza.
Si bien, hay parejas que tienen la suficiente confianza para ver el celular del otro sin malicia o cizaña, debes considerar si estás dispuesto a perder este ámbito de tu espacio personal o si debes de poner un límite.
Una cosa es la crítica constructiva y otra son las palabras hirientes o las faltas de respeto, las cuales pueden directamente afectar tu autoestima. Si tu pareja hace comentarios despectivos sobre tu forma de ser o tu físico, es hora de poner un alto a estos comportamientos y expresar que te hacen sentir mal. Es común que este menosprecio se exprese a través del humor o las bromas y cuando confrontas a la persona, esta tiende a mostrarse evasiva y disfraza su actitud diciendo que simplemente estaba bromeando.
Esta dinámica suele generar humillación en donde las faltas de respeto se terminan considerando permitidas.
En los primeros meses de enamoramiento, los que generalmente llamamos el “honeymoon phase” (la fase de luna de miel) en dónde todo tiende a ser “perfecto”. Por más que nos guste, no podemos dejarnos llevar por el momento y tomar decisiones muy radicales - cómo por ejemplo, - apresurar al otro a hacer algo con lo que no se siente cómodo.
La clave está en darse el tiempo para conocerse y evaluar si la relación tiene el potencial de funcionar a largo plazo de manera funcional.
Una buena pareja va a comprender y respetar tus límites. Si quiere hacerte sentir mal porque quieres ir a cenar con tus amistades, o frecuentemente utiliza una frase cómo: “tú no me quieres lo suficiente porque no haces x” probablemente te esté manipulando.
Otra forma de manipulación es la inducción a la culpa. Esto quiere decir que cada vez que hagas algo, la otra persona buscará la manera de que te sientas culpable y de esta forma manipularte a que cambies de opinión o hagas lo que te pide.
Hay quienes tienen una actitud utilitaria. Es decir, una utiliza al otro para obtener lo que quiere, y la otra intenta complacerlo constantemente sin nunca conseguirlo.
No debería de ser necesario recordarlo, pero “no es no”. Nadie puede obligarte a hacer cosas que no quieres, como presionarte a usar cierto tipo de ropa, ir a eventos que no quieres, tener relaciones sexuales, mudarse juntos, entre otras cosas.
Obligar a alguien a hacer algo que no quiere nunca está bien, si no te sientes cómodo con algo, no te dejes presionar. Si te cuesta trabajo decir que “no” revisa qué está pasando, ¿te está manipulando para que te sientas culpable? ¿Te da miedo su reacción?
Si tu respuesta a cualquier de las preguntas anteriores es “si”, es probable que te encuentras en una dinámica tóxica.
Una de las características típicas de las relaciones tóxicas es controlar el círculo social y las amistades de la pareja, hasta el punto de decirte con quién puedes mantener comunicación y con quién no.
Esta característica es una que se tiende a normalizar y excusar con más frecuencia. Sin embargo, es una de las más importantes ya que nuevamente, detrás de estas conductas se encuentra una necesidad de control.
En estos escenarios, una de las partes se siente en constante miedo o inseguridad sobre el estatus de la relación. No sabe qué palabras o actitud van a desencadenar el “mal carácter” o “genio” del otro. Dicho lo anterior, no deberías sentir miedo o intimidación por la posible reacción de tu pareja. Es normal enojarse pero nunca al grado de causarle miedo a la otra persona.
Si constantemente estás en duda de lo que cada pelea o discusión puede significar para el estatus de tu relación o incluso sientes que tu pareja puede recurrir a la violencia por algo que hiciste, debes abordar esto de inmediato con una persona de confianza y de preferencia, con un profesional de la salud mental para guiarte en cómo abordar la situación en la que te encuentras.
Por otro lado, la persona puede negar esta actitud problemática, incluso, atribuyendo la culpa al otro de su mal humor. El humor de tu pareja es responsabilidad de esa persona, no tuya.
La violencia se puede ver de diferentes maneras; puede ser emocional, verbal, física o económica. No obstante, la violencia nunca debe ser la solución a los problemas o conflictos y mucho menos parte de la dinámica habitual de la pareja.
Lamentablemente, la violencia prevalece mayormente hacia las mujeres. Según el Gobierno de México, la violencia emocional representa el 40.1% de los casos y se caracteriza por la indiferencia, la intimidación, el acecho y la degradación emocional.
La violencia es agresividad y atenta contra la persona que lo recibe. Aunque sólo haya ocurrido una vez, la relación nunca volverá a ser la misma. Por lo mismo, suele ser muy difícil dejar a tu pareja, siendo uno de los principales motivos de consulta psicoterapéutica. Por eso es importante buscar ayuda desde el momento en el que se detecte esta situación.
Salir de una relación tóxica podría parecer muy fácil, cuando en realidad llega a generar dinámicas que dificultan que la persona agredida se de cuenta que está en una posición de desventaja. Estas características crean vínculos difíciles de romper y causan mucho dolor para ambas partes.
Algunas de las razones por la que es tan difícil salir de este ciclo son:
Dichas redes flags pueden causar mucho malestar emocional y dificultar la comunicación dentro de la relación. Si te identificas con alguno de los ejemplos anteriores puede ser un buen momento para acudir a una terapia psicológica para tratar de llegar al fondo del problema y cambiar las dinámicas desde la raíz.
Aunque todo puede parecer oscuro, hay una luz al final del túnel. Si ya tomaste la decisión de acabar con esta relación, te dejamos algunos consejos:
En ocasiones cuesta reconocer que se tiene un vínculo poco saludable. Todos quieren creer que su pareja es perfecta, su media naranja. Es cierto que nadie es perfecto, pero en una relación positiva se trata de un ganar-ganar. No normalices las cosas que te hacen sentir mal. Vas a ser más feliz disfrutando de tu soledad, que en una relación tóxica, aunque al principio pueda parecer imposible.
Estar o no en una relación es una decisión que solo tú puedes tomar. Nadie debería decirte con quién estar o no. Si en la relación experimentas chantaje y manipulación, es normal sentirte atorado y pensar que no hay alternativas, pero siempre las hay. Piensa en ti y en tu bienestar.
Si te está costando trabajo encontrar las alternativas, o el miedo te está paralizando, puedes comenzar una terapia para trabajar en este tema, además de apoyarte en seres queridos hasta que tengas el valor de confrontar a tu pareja.
A veces, por complacer a los demás, te olvidas de quién eres. En esos momentos, es necesario reconectar con tus hobbies y esas actividades que te traen felicidad y bienestar.
Si tu autoestima y/o tu autoimagen fueron afectadas, será necesario que trabajes estos temas para sentirte cómodo contigo mismo. La idea es que pienses en ti y pongas tus necesidades en primer lugar. Date el amor y respeto que te mereces. El primer paso, es alejarte de una relación que te causa daño.
Es muy importante tener una red de apoyo con quién puedas compartir cómo te sientes con tus seres queridos. Ellos te pueden acompañar en los momentos difíciles.
A veces puede parecer que el amor de pareja es el más importante o el único que hay que cultivar. Sin embargo, es necesario recordar que existen otros tipos de amor, como aquel que tienes con tus familiares, amigos, colegas, entre otros, que te pueden traer mucha felicidad, conexión emocional y satisfacción.
Cómo dice el dicho: “mejor solo que mal acompañado”. Aprende a disfrutar tu soledad, explorando intereses nuevos, reconectando con viejos hobbies, aprendiendo alguna nueva habilidad o simplemente pasando tiempo contigo mismo. Esto te ayudará a escoger mejores relaciones en un futuro, sabiendo que no necesitas ser completado por alguien más, sino que al tener una pareja buscas crear vínculos sanos que te permitan vivir una vida más plena.
Como dice el libro: Las ventajas de ser un Marginado: Aceptamos el amor que creemos merecer, si sientes que no te mereces algo mejor, es importante que trabajes estos temas de autoestima para que puedas salir de este ciclo y buscar relaciones más sanas en un futuro.
Todos tenemos nuestro bagaje, ya sea por carencias emocionales en nuestra infancia o experiencias negativas que nos llevan a tener ciertas características o dinámicas disfuncionales. Una vez detectadas tus áreas de oportunidad, busca la causa: ¿Inseguridad? ¿Miedo a la soledad? Esto te permitirá trabajar en ellos y ser una mejor pareja para esa persona especial en tu vida.
Entre los motivos de consulta más comunes de la psicoterapia, se encuentran las rupturas amorosas, superar patrones y mejorar nuestras dinámicas y relaciones románticas. Si estás en una relación tóxica (o te acabas de liberar de ella) es el mejor momento para buscar apoyo psicológico. Acudir a una terapia psicológica puede facilitar la toma de decisiones para que te sientas más seguro y satisfecho con la opción elegida.
A veces aunque hemos tomado la decisión de terminar la relación, nos cuesta trabajo expresar lo que sentimos. Sigue los siguientes consejos para tener esta conversación:
Si fue una relación larga o con sentimientos muy intensos, tal vez sea más difícil terminar. Aun así, recuerda que no le debes nada a nadie y te mereces tener un vínculo sano y una relación en donde seas feliz.
Tener una relación tóxica deja muchas heridas emocionales. Afortunadamente, existe la psicoterapia en línea para ayudar a procesar esas vivencias negativas y poder darle paso a un nuevo amor.
Comienza a sanar tus heridas emocionales con ayuda profesional. Solo basta con seguir estos 3 sencillos pasos:
¡Te esperamos!