La ruptura de una relación genera una gran cantidad de emociones que pueden salirse de control si no sabemos cómo gestionarlas correctamente. La terapia para superar un divorcio funciona como un salvavidas que te ayudará a navegar sin hundirte completamente en la marea del cambio, la soledad y la ansiedad ante la incertidumbre.
En este artículo revisaremos cuáles son las consecuencias que un divorcio puede tener para tu salud mental, cuáles son las etapas que involucra, cómo superar un divorcio con la ayuda de la terapia en línea, cuánto puede durar el proceso emocional y qué hacer si hay hijos involucrados.
Vivir una separación de pareja que termina en divorcio suele ser un proceso muy doloroso. Sobre todo, cuando llega después de una relación larga porque representa la pérdida de un vínculo importante, en ocasiones un desbalance económico, el fin de un ciclo de vida, y no siempre estamos preparados para cerrar ese capítulo tan importante de nuestra historia personal.
Durante los primeros días después de una ruptura de pareja, nuestros sentimientos son un verdadero subibaja y nuestra salud mental está más vulnerable que nunca. Entre la gran cantidad de emociones, percepciones y/o comportamientos que una persona puede sentir al divorciarse están las siguientes:
Para superar sanamente una ruptura de pareja y estar en condiciones de retomar nuestra vida es necesario reconocer y procesar las emociones que puedan presentarse durante la separación de la pareja, en el transcurso del divorcio y el periodo posterior a este. Estas etapas son las mismas que vivimos cuando nos enfrentamos al duelo por la muerte de un ser querido. Es importante resaltar que no todas las personas pasarán por cada una de estas etapas al vivir un divorcio; además, la duración e intensidad de cada una varía de persona a persona.
Tener una idea de lo que podemos esperar a raíz de este cambio radical nos ayudará a gestionar mejor las emociones para adaptarnos a una nueva realidad, en la que se abre un mundo de posibilidades que le darán forma a nuevos planes para nuestra vida futura.
Las fases de un duelo de divorcio son las siguientes:
Aceptar que una relación ha terminado no es fácil y al principio es común negar la realidad en un intento por recuperar lo que hemos perdido. También es posible que no queramos ver a nadie y que nos aislemos para tratar de asimilar lo que está pasando.
La frustración y el enojo también pueden apoderarse de nosotros y enfocamos estos sentimientos hacia la otra persona y en ocasiones también hacia uno mismo. La culpa por aquello que hicimos o dejamos de hacer también suele aparecer relacionada al enojo, a manera de reproche.
En esta fase tratamos de entender cuáles fueron los motivos que generaron la separación, e incluso intentamos comprender a la otra persona. Aquí hay que tener cuidado con esa empatía hacia la expareja porque podría confundirse con un intento de retomar la relación y obstaculizar el proceso de duelo por divorcio.
Cuando nos damos cuenta de que la relación se terminó y que ya no es posible recuperarla, aparece la tristeza, porque sabemos que es hora de decirle adiós a esa persona. Esta etapa también puede traer sentimientos de desesperanza y falta de motivación característicos de una depresión.
Finalmente, pasado el tiempo llega la aceptación. En este momento la pérdida de la relación ya no nos es ajena y podemos reflexionar en calma sobre todo lo vivido. La buena noticia es que ahora es más fácil asimilar la separación de pareja y podemos empezar a ver hacia adelante.
Es importante mencionar que cada proceso es diferente y que, así como posible pasar por todas estas etapas en orden, también puede ser que brinques de una a otra en desorden, que se te presenten todas en un mismo día, o que sientas que ya terminó todo y de repente vuelvas a estar como al principio. Ten paciencia y confía en que llegará el momento en que todo habrá pasado y será solo un recuerdo.
Cuando nos toca enfrentarnos a un divorcio, nuestra vida completa como la conocíamos cambia de un día para otro y puede ser difícil asimilarlo. Una separación involucra situaciones difíciles de gestionar para cualquier persona, por lo que tener ayuda psicológica es de gran utilidad para procesarlo todo y cerrar poco a poco las heridas emocionales.
Contar con una adecuada terapia de divorcio desde los primeros momentos de la separación puede significar la diferencia entre un proceso que fluye y te permite recuperar la salud emocional o tomar decisiones que compliquen aún más la situación.
Entre las distintas opciones de terapia para superar un divorcio, la terapia en línea tiene todas las ventajas de la ayuda psicológica, pero con el plus de que puedes tomarla desde cualquier lugar, encontrar al mejor especialista para ti sin importar en dónde se encuentra más flexibilidad de horarios, y en ocasiones, a precios más accesibles.
Los beneficios de tomar terapia en línea después de un divorcio son:
La terapia para separación de pareja es especialmente importante y recomendable cuando termina un matrimonio en el que hay hijos en común. En estos casos el sentimiento de pérdida es más grande y, como padres, es necesario asumir también la responsabilidad de velar por la salud emocional de sus hijos. Además, será necesario llegar a un acuerdo mutuo sobre la crianza de los hijos, custodia, días de visita y pensión alimenticia y lograr llevar una relación cordial.
La relación que se rompe no es solamente la del matrimonio, sino que al terminar la vida en común también termina de alguna manera la concepción de la familia que se había construido. Si a esto se suma un proceso legal por pensión de alimentos o la custodia de los hijos, la terapia cobra aún más relevancia para apoyarlos en el manejo de emociones ante la nueva realidad de tener padres separados.
La duración del duelo después de un divorcio varía de persona a persona, dependiendo del contexto y los factores con los que cada quien esté lidiando. En la mayoría de los casos, la soledad que se experimenta después de una separación es temporal y se vive como parte del proceso de sanación personal.
Por otro lado, la tendencia a aislarnos y desconectarnos socialmente también pueden aparecer ante la llegada de una fecha especial. Por ejemplo, muy posiblemente los días especiales como cumpleaños, festividades o festejos familiares generarán momentos de soledad y tristeza que luego desaparecerán.
Es importante tener presente que, si estos sentimientos de soledad, desconexión o tristeza perduran o regresan constantemente, quizá sea necesario extender la terapia, cambiar de terapeuta para probar con otras herramientas que te ayuden a recuperar tu estabilidad emocional o considerar una consulta con un psiquiatra para descartar que se haya detonado un cuadro depresivo.
El divorcio es quizá una de las situaciones más duras que puede vivir una persona, incluso puede llegar a ser tan dolorosa como la muerte de alguien cercano. Sin embargo, al igual que la partida de un ser querido, el divorcio también puede superarse con el apoyo de familiares, amigos y terapia en línea; dando paso a una nueva etapa en la que todo recuperará su brillo y color.
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